Siestas anti-infarto
El organismo necesita una media hora de reposo para aliviar las tensiones físicas después de comer. La siesta ayuda a relajar el corazón, haciendo que estés más descansada, eliminando el estrés cardiaco y ayudando a prevenir el riesgo de infarto. Además, sirve para desconectar la mente y proporciona una relajación que agudiza los sentidos y el razonamiento. Una siesta de tan solo 20 minutos te permitirá concentrarte fácilmente por la tarde.